The Frontera Project is an interactive, bilingual theatre experience created and performed by a company of Mexican and U.S. artists. It uses theatre, music, movement, and play to actively engage the audience in a compassionate, often joyous conversation about life at the U.S./Mexico border. The show has been performing around the U.S. since October 2021. During a summer run at the Old Globe in San Diego, co-creators Jessica Bauman (U.S.) and Ramón Verdugo (Mexico) sat down at Rámon’s theatre in Tijuana to interview each other about the project. The text in black represents the conversation as Jessica and Ramón conducted it; the text in blue has the conversation translated into English and Spanish.
The Frontera Project es una experiencia teatral interactiva y bilingüe creada e interpretada por una compañía de artistas mexicanos y estadounidenses. Utiliza el teatro, la música, el movimiento y el juego para involucrar activamente a la audiencia en una conversación compasiva, a menudo alegre, sobre la vida en la frontera entre Estados Unidos y México. El espectáculo se ha estado presentando en los Estados Unidos desde octubre de 2021. Durante una reciente temporada en the Old Globe en San Diego, los co-creadores Jessica Bauman (Estados Unidos) y Ramón Verdugo (México) se reunieron en el teatro de Ramón en Tijuana para entrevistarse sobre el proyecto. El texto en negro representa la conversación tal como la llevaron Jessica y Ramón; el texto en azul tiene la conversación traducida al inglés y al español.
Ramón Verdugo: Han pasado tres años y medio desde que iniciamos The Frontera Project y quiero preguntarte ¿cómo la ciudad de Tijuana llegó a tu vida?
It’s been three and a half years since we started working on The Frontera Project. I want to ask you how the city of Tijuana came into your life?
Jessica Bauman: I knew almost nothing about Tijuana before I came here! I had a vision of the border that was created mostly from American media and popular culture of a place that was purely about transit—like a combination of a giant refugee camp and passport control at an International Airport. I didn’t have any sense of this very deep fronterizo culture, with people living here, being connected to both sides of the border, sometimes for generations. Which is embarrassing to say in retrospect. And part of the reason that I was really excited to create The Frontera Project was that once I understood a little bit about the reality and the complexities of life here, I felt an enormous obligation to bring that knowledge to people like me—who don’t even know what they don’t know.
¡No sabía casi nada sobre Tijuana antes de venir aquí! Tenía una visión de la frontera que se creó principalmente a partir de los medios de comunicación estadounidenses y la cultura popular de un lugar que era puramente sobre el tránsito, como una combinación de un campo de refugiados gigante y el control de pasaportes en un aeropuerto internacional. No tenía ningúna idea de esta profunda cultura fronteriza, con personas que viven aquí, conectadas a ambos lados de la frontera, a veces por generaciones. Lo cual es vergonzoso decirlo en retrospectiva. Y parte de la razón por la que estaba realmente emocionada de crear The Frontera Project fue que una vez que entendí un poco sobre la realidad y las complejidades de la vida aquí, sentí una enorme obligación de llevar ese conocimiento a personas como yo, que ni siquiera saben que no lo saben.
Ramón: Tú ya habías estado en algunos lugares trabajando, a través del teatro, aspectos de migración en Nueva York o con refugiados en África, y eso te daba una percepción de lo que podría ser la “migración” en espacios particulares; pero para mí es interesante escuchar cómo Tijuana o cualquier ciudad fronteriza puede ser percibida como solo una ciudad de tránsito, de paso, como si la vida diaria no existiera ahí.
You had already been doing theatre with refugees in different places, in Africa and in New York, and thinking about migration. That gave you an idea of what “migration” could be in various places. It’s interesting to me to hear how Tijuana—or any border city—can be perceived as just a place of transit, as if daily life did not exist there.
Jessica: I originally came because I had done all this work on migration stories—I am really compelled by them and what they tell us about what it means to belong somewhere. When I first came here on the TCG travel grant, I was very focused on connecting with migrants. It was a little surprising to me that your lives were not about that at all. And much to my great fortune, you did so much to connect me with people who were doing that kind of work. But I also discovered that it was just a tiny slice of life here. So my whole understanding of life at the border just expanded from a very narrow idea to something more complicated and more interesting, frankly. I’m curious: As an artist who has spent your whole life here, what is your relationship to telling stories about the border?
Jessica: Originalmente vine porque había hecho todo este trabajo sobre historias de migración, estoy realmente convencida por ellas y lo que nos dicen sobre lo que significa pertenecer a algún lugar. Cuando llegué aquí por primera vez con la beca de viaje de TCG, estaba muy enfocada en conectar con migrantes. Y fue un poco sorprendente para mí que la vida en la frontera no fuera sobre eso en absoluto. Y para mi suerte, ustedes realmente trabajaron para conectarme con las personas que estaban haciendo ese tipo de trabajo. Pero también descubrí que era solo una pequeña parte de lo que es la vida aquí. Así que toda mi comprensión de la vida en la frontera se expandió de una idea muy estrecha a algo más complejo y más interesante, francamente. Tengo curiosidad: como artista que has pasado toda tu vida aquí, ¿cuál es tu relación con contar historias sobre la frontera?
Ramón: Como tijuanense y fronterizo, y después como artista de escena y espectador, escuché y vi muchas obras de teatro acerca de la frontera, que si bien, no eran las mismas historias, sí tenían la misma narrativa, esa que está muy presente gracias a los medios de comunicación o las agendas políticas, pero que hacen que esa narrativa siempre tenga la misma atmósfera; entonces todo el tiempo había evitado los temas de la frontera porque me parecía que no tenía nada nuevo que decir. En 2019, cuando tú haces la residencia en Tijuana y empezamos a hablar de la ciudad, fue una revaloración, un cambio de lugar que me permitía ponerme desde otro punto, para pensar por qué eran importantes nuestras historias y podían ser interesantes para alguien más. Además comencé a reconocer algo que no había notado sobre la construcción en la narrativa de los medios de comunicación en Estados Unidos que ven a las ciudades fronterizas como solamente un espacio peligroso o en crisis y pensaba que era como si vieran a “mi casa” como un problema. Entonces, asumiendo que todas las casas tenemos algún problema, reconocía que la mía también los tenía, pero era importante se conociera más que eso, que tenía más de una narrativa. Así The Frontera Project significó un cambio de ángulo, una manera de revisitar la frontera y de valorar nuestras historias y por qué era importante contarlas a otras personas; sobre todo, a quienes vivían lejos de la frontera, que fue uno de los objetivos en las primeras conversaciones del proyecto.
As a Tijuanense and someone who lives at the border, and then later as a theatre artist and spectator, I have seen many plays about the border. Although they were not the exact same stories, they did have the same narrative. It’s the one you see all the time thanks to the media, where political agendas or legal issues are very important. But those stories always have the same tone. So I had really avoided border issues because I didn’t think I had anything new to say. In 2019, during your residency in Tijuana, when we started talking about the city, it was an opportunity for me to reassess. I started to think about why our stories were important, and that they could be interesting for someone else. I also began to recognize something I hadn’t noticed about how the media narrative is constructed in the United States—that border cities are just seen as dangerous places, or in crisis. It felt as if they saw “my house” as a problem. Of course, all houses have some problems, so I recognize that mine does too. But it’s important to know more than that—that there is more than one story. So The Frontera Project allowed a shift of perspective—a way to revisit the border and value our stories. It felt important to tell them to other people, especially people who live far from the border. That was one of the first things we talked about when the project began.
Jessica: It took a while to figure this out for me. I remember the first time we went to Playas (the neighborhood in Tijuana on the beach where the border wall goes into the ocean). Seeing the wall in the ocean was so upsetting to me as an American citizen. You see the vastness of the ocean, and this little thing that humans, that my government, has built to assert their control over these enormous forces of nature. It felt absurd, like something out of Beckett to me. With everything I was learning, I knew I had to find a way to make something in response. I had to ask myself what do I, as an artist, have to bring to this? That’s when I started to think that for people whose lives don’t bring them into contact with the border, how hard it is to understand the reality here. And that there was an opportunity for me as a non-fronteriza to be a kind of ambassador for these stories to those folks. And you can tell me if you agree with this, but I think that as we have made the piece, part of what I’ve been able to contribute is be an outsider eye—to be able to remind all of you that things that you totally take for granted, other people don’t know about them. And they are really interesting. A lot of those things are so important to the story that we’re telling.
A mí me tomó un tiempo resolver esto. Recuerdo la primera vez que fuimos a Playas (el barrio de Tijuana en la playa donde el muro fronterizo desemboca en el océano). Ver el muro en el océano fue muy molesto para mí como ciudadana estadounidense. Ves la inmensidad del océano, y esta pequeña cosa que los humanos, que mi gobierno, ha construido para afirmar su control sobre estas enormes fuerzas de la naturaleza. Se sentía absurdo, como algo salido de Beckett. Con todo lo que estaba aprendiendo, sabía que tenía que encontrar una manera de hacer algo en respuesta. Tuve que preguntarme qué tengo que aportar yo, como artista, a esto. Fue entonces cuando comencé a pensar lo difícil que puede ser entender la realidad de aquí para las personas que no viven en contacto con la frontera. Y que había una oportunidad para mí, como no-fronteriza, de ser una especie de embajadora de estas historias para esas personas. Y puedes decirme si estás de acuerdo con esto, pero creo que a medida que hemos construido la obra, parte de lo que he podido contribuir es ser un ojo externo, poder recordarles a todos que las cosas que dan por sentado, no las conocen otras personas. Y son realmente interesantes. Muchas de esas cosas son muy importantes para la historia que estamos contando.
Ramón: Algo interesante para mí, desde la dirección de escena, fue reflexionar que cuando diriges un proyecto tu mirada es la versión sobre un tema, entonces cuando planteamos la idea de una colaboración para dirigir pensé que podría resultar complicado; sin embargo, en el proceso descubrí que teníamos un tema que necesitaba dos miradas, y eso para mí fue revelador, ya que hay temas que con una mirada artísticamente puede ser suficiente, pero me parece que el tema de “la frontera” necesitaba dos miradas, por eso creo que era importante que un tema como este tuviera un diálogo.
This was interesting for me as a director. When you direct a project, you start from your take on the subject. So when we first raised the idea of co-directing, I thought it could be complicated. But I realized that we have a subject that needs two perspectives. That was a revelation. For many subjects, one perspective is enough, but it seems to me that this issue of the border needs two. We needed a dialogue.
Jessica: Yeah, I think that’s great. And in a way it’s not that you’re Mexican and I’m American—it’s the proximity to the border that is the difference rather than the nationality.
Sí, creo que eso es genial. Y en cierto modo no es que tú seas mexicano y yo sea estadounidense, la diferencia es la proximidad a la frontera más que la nacionalidad.
Ramón: Exacto, eso es interesante, el diálogo de los contrastes, no solo es ser de México o Estados Unidos, sino fronterizo y no fronterizo, normalización y mirada nueva. Creo que el proyecto se enriqueció del contraste para no quedarnos en una versión parcial vista desde un lado.
Exactly. It’s interesting, this dialogue of contrasts. Mexico and the United States, and also insider and outsider—someone who is used to life here and someone with a new perspective. I think the project is richer because of that contrast. It gives us a fuller vision.
Jessica: It’s interesting. Part of the misunderstanding of the border from far away, I think, is this notion that you can draw a line and people fit neatly on one side or the other. When we first started, I really thought of the two sides of the border as being very separate from each other. But three of our actors are dual citizens. There are no clean lines. Our actors with one foot on both sides of the border bring something incredibly valuable to the storytelling.
Es interesante. Parte del malentendido de la frontera estando lejos, creo, es esta noción de que se puede trazar una línea y la gente encaja perfectamente en un lado u otro. Cuando empezamos, realmente pensé que los dos lados de la frontera estaban muy separados el uno del otro. Pero tres de nuestros actores tienen doble ciudadanía. No hay líneas limpias. Nuestros actores con un pie en cada lado de la frontera aportan algo increíblemente valioso a la historia.
Ramón: Sí, definitivamente, porque es como si en una misma persona estuvieran integradas las dos miradas, porque lo viven, porque las 5 personas del elenco conviven con el tema del cruce y en ellos está la posibilidad de vivir el mismo día las dos experiencias de ambas ciudades, vivir entre Tijuana y San Diego como parte de su rutina.
Yes, definitely. The two views exist in the same person, because of how their lives work. The five people in the cast live with the reality of crossing, experiencing both cities in the same day. Living in both Tijuana and San Diego is part of their routine.
Jessica: I think there’s so much power in telling those stories, because they are at such a recognizable human scale—everyday experiences that are so different from the ones we see in the media.
Creo que hay mucho poder en contar esas historias porque están en una escala humana muy reconocible: experiencias de todos los días que son muy diferentes de las que vemos en los medios de comunicación.
Ramón: Para mí el tema de la frontera se convirtió en un pretexto para hablar, como dices, de cuestiones humanas, incluso pienso que eso lo terminamos de descubrir durante la primera parte del proceso, porque al principio, en el primer workshop de 2019 la idea era platicar sobre la frontera, pero terminamos hablando sobre nuestras historias; entonces para mí fue un descubrimiento que la frontera era un gran pretexto para hablar de historias personales, de historias de familia, de separaciones, de reuniones, de encuentros, desencuentros, que al final del día pueden ocurrir en Tijuana, San Diego o en otras ciudades y otros horizontes; y creo eso es lo que nos ha permitido generar conversación con otras personas en otros lados y en otras geografías, sin importar si conocen estas dos ciudades.
For me the issue of the border really became a pretext to talk about human issues. That was one of the important discoveries early in the process. At our first workshop in 2019, we invited nine actors to work with us and a playwright. The idea was to talk about the border, but we ended up talking about our lives. For me, it was important to realize that talking about the border was a great pretext to talk about personal stories, family stories, separations, encounters, conflicts. At the end of the day, these experiences can happen in Tijuana, or San Diego, or anywhere. I think that’s what has allowed us to connect with people in other places, regardless of whether they know anything about these two cities.
Jessica: That’s a really profound experience for me as an artist, and to bring to audiences: to open up the possibility of connecting across difference.The world we all live in right now constantly gives us messages about how that’s imposible—that if someone is different from you, you can’t understand them, they can’t understand you, and it’s not worth trying. And that somehow if you do recognize something across that difference, that you’re disrespecting the uniqueness of the other person. And I just—that’s not the world I want to live in.
Esa es una experiencia realmente profunda para mí como artista, y para llevarla al público: abrir la posibilidad de conectar a través de la diferencia. El mundo en el vivimos en este momento constantemente nos da mensajes sobre cómo eso es imposible: que si alguien es diferente a ti, no puedes entenderlo, no puede entenderte y no vale la pena intentarlo. Y que de alguna manera, si reconoces algo a través de esa diferencia, le estás faltando el respeto a la singularidad de la otra persona. Y ese no es el mundo en el que quiero vivir.
Ramón: De acuerdo, creo que vivimos en un momento donde pareciera que lo que se busca es la separación, donde si alguien piensa distinto de ti debe estar separado, porque no pueden convivir y no pueden entenderse; entonces creo que al final del día, contamos estas historias humanas donde reconocemos las diferencias y eso nos permite respetar y entender lo que le pasa al otro, es decir, comprender al otro ser humano que tenemos enfrente.
I agree. I think we live in a moment where it seems that people are seeking distance. Where if people think differently, they should be separated, because they can’t live together and understand each other. I think at the end of the day, we tell these human stories so that we can recognize the differences. They allow us to respect and understand what happens to other people so that we can understand that the person who is right there in front of us is human too.
Jessica: It makes me think of that experience we had in a talkback at Swarthmore College, where that young woman who was an immigrant from South Korea felt like the stories that she saw about being a fronterizo in Mexico really resonated for her. I think for all of us, that was a revelation of exactly what you’re talking about—the specifics being a pretext to talk about deeper human experiences that we all can recognize.
Me hace pensar en una experiencia que tuvimos durante una charla en Swarthmore College, en la que una joven inmigrante de Corea del Sur sintió que las historias que vio sobre ser fronteriza en México realmente resonaron en ella. Creo que para todos nosotros eso fue una revelación justo de lo que estás diciendo, las particularidades son un pretexto para hablar de experiencias humanas más profundas que todos podamos reconocer.
Ramón: Recuerdo que al inicio pensamos que The Frontera Project era una historia para contarse lejos de la frontera, pero lo que vivimos cuando se presentó en Tijuana/San Diego en el 2022 en el WOW Festival o en Teatro Las Tablas, donde pudimos ver que la gente estaba muy interesada, me hizo pensar cómo o por qué les emocionaba tanto. Al principio creí que era solo por reconocer historias y les era familiar, pero creo que es porque conectan con las historias que contamos, reconocibles desde un punto de vista más humano que geográfico.
At the beginning, The Frontera Project was intended for audiences far away from the border. But what we have experienced in Tijuana/San Diego at the WOW Festival (in San Diego) and at Teatro Las Tablas (in Tijuana) is that those audiences also responded really strongly. That was very exciting to me. At first, I thought it was just that the stories are familiar. But really, I think it’s because they connected with the humanity in the piece. The connection is more human than geographical.
Jessica: I wonder too if part of what makes it powerful for the fronterizo audiences in Tijuana and San Diego is that they’re also so used to seeing the clichés and all the stories that don’t do justice to the humanity of their experiences. So they have their guard up that anything talking about their lives is gonna get it wrong.
Me pregunto si parte de lo que lo hace poderoso para los públicos fronterizos en Tijuana y San Diego es que están tan acostumbrados a también ver los clichés y todas esas historias que no le hacen justicia a la humanidad de sus experiencias, que tienen la guardia arriba ya que cualquier cosa que hable de sus vidas lo hará de manera equivocada.
Ramón: Regreso a la analogía anterior, cuando ves una historia donde está tu casa y esta no representa eso que han nombrado como un lugar lleno de problemas, con solo aspectos oscuros o complicados, sino es una casa llena de diferentes colores y contrastes, aprecias que tu casa sea valorada así. Cuando empezamos la primera temporada, pensaba que esto era para mí como tijuanense y artista fronterizo, un homenaje para Tijuana, donde mostramos una ciudad llena de contrastes, de cuestiones diversas, pero también de mucha generosidad. Y me gusta que se sumen nuevas perspectivas o diálogo para construir una idea común de cómo es; así, además de ser una pieza artística, el proyecto nos permite presentar nuestra casa al mundo.
It brings me back to the previous analogy. You see a story that says your house is full of problems, that it is only dark or problematic. But you know your house is full of different colors and complexity. You want other people to see your house this way too. When we started performing, I thought this was a chance for me, as someone from Tijuana and a border artist, to create a tribute to Tijuana, where we show a city full of contrasts and challenges, but also full of generosity. And I like that we keep adding new ideas and dialogue to the show, to keep building our understanding of how things are. In addition to being a piece of art, the project allows us to present our house to the world.
Jessica: I’m gonna change the subject. I’m curious about what this collaboration has been like for you.
Voy a cambiar de tema. Tengo curiosidad por saber cómo ha sido esta colaboración para ti.
Ramón: Generalmente trabajamos con la idea de que hay una persona que dirige y aunque siempre esté en diálogo con otros artistas como escenógrafos, iluminadores, etc., creo que la idea de colaborar en la dirección, fue al principio retadora, porque hay muchas cosas qué considerar, pero sobre todo, si tendremos la misma visión artística o filosofía del teatro, o qué tipo de experiencia te gustaría construir. Además había otros factores, teníamos pocos meses de conocernos antes del primer workshop y no sabía si los contextos de producción de México o Estados Unidos serían un bagaje en común. Además del idioma, porque en términos muy sinceros, podíamos comprender, hasta cierto punto, ambos idiomas, pero me preocupaba que pudiéramos expresar “adecuadamente” nuestras inquietudes, sobre todo las cosas o argumentos que a veces en el propio idioma son difíciles de explicar; entonces pensaba si podía ser un obstáculo. En ese sentido fue un reto, que no supe si era posible hasta que terminó el workshop de 2019.
Generally, we work with only one director. Although I am always in dialogue with other artists—set and lighting designers, etc.—the idea of collaborating with another director was challenging at first. There are so many things to consider: Do we have the same artistic vision? The same philosophy of theater? What kind of experience do you want to create? In addition, we had only known each other for a few months before the first workshop. I didn’t know if we did things the same way in Mexico and in the U.S. And there was the language. Even though I understand and speak English, I was worried about whether I could really express my concerns, especially the things that come up that are sometimes difficult to explain in any language. I was worried that it could be an obstacle. I really did not know if it would be possible until the end of the 2019 workshop.
Jessica: I think there’s also something that’s just about personality. From the beginning, we were both able to be open and generous with each other, which made everything possible. To me, actually this is a way of understanding something much bigger. How do I say this? We belong to really different identity groups. I’m white, I’m American, I’m a woman. You’re Mexican, you’re a man. And I think it’s very tempting to assume that power dynamics around our identities will drive how we work together. One of the things I have experienced in a really deep way in this process is that collaboration is fundamentally a human connection. It isn’t determined by the identity groups that we belong to. Because we have forged this relationship that is so meaningful. It’s not that the other stuff doesn’t come up sometimes, but it’s not the main thing that’s happening between us. We are two artists who have found a way to have a really profound conversation with each other, and we have made something together that we both feel enormous pride and creative ownership in.
Creo que también hay algo que tiene que ver con la personalidad. Desde el principio, ambos pudimos ser abiertos y generosos el uno con el otro, lo que hizo que todo fuera posible. Para mí, en realidad esta es una forma de entender algo mucho más grande. ¿Cómo digo esto? Pertenecemos a grupos de identidad realmente diferentes. Soy blanca, soy estadounidense, soy mujer. Eres mexicano, eres un hombre. Y creo que es muy tentador asumir que las dinámicas de poder en torno a nuestras identidades impulsarán la forma en que trabajamos juntos. Una de las cosas que he experimentado de una manera realmente profunda en este proceso es que la colaboración es fundamentalmente una conexión humana. No está determinado por los grupos de identidad a los que pertenecemos. Porque hemos forjado esta relación que es tan significativa. No es que las otras cosas no surjan a veces, pero no es lo principal que está sucediendo entre nosotros. Somos dos artistas que han encontrado una manera de tener una conversación realmente profunda, y hemos creado algo juntos por lo que ambos sentimos un gran orgullo y autoría creativa.
Ramón: Todos tenemos una perspectiva creada desde nuestro grupo social, identidad, perfil, quiénes somos… Eso está en nosotros, y lo importante es hacer conciencia de ello porque trabajamos desde ahí, pero creo es todavía más importante entender esto y trabajar con la escucha, porque eso permite comprendernos, no sólo qué quieres tú o qué quiero yo, sino qué queremos como proyecto. Para mí eso es lo que permitió que todas esas etiquetas que podemos tener no fueran determinantes, porque había un objetivo más importante, a dónde queríamos llegar sin importar esas etiquetas. Creo que estamos en un momento donde la idea de la etiqueta “social” de quién eres puede generar muchos prejuicios, incluso una etiqueta puede definir las relaciones de poder de un grupo, pero creo que, particularmente, el teatro debe ser el espacio donde esas etiquetas no caben, trabajamos con historias humanas, tratamos de conectar en términos humanos, sin tomar en cuenta de dónde seas o a qué grupo perteneces; me interesa trabajar contigo por alguna razón y creo que en el espacio de ensayo y las conversaciones que se derivan de ahí, no puede construirse una atmósfera de trabajo a partir de las etiqueta o las relaciones de poder que supuestamente implican. En ese sentido, creo que nuestra colaboración artística tenía muchas etiquetas en juego: mujer/hombre, estadounidense/mexicano, fronterizo/no fronteriza, etc. y eso, políticamente hablando, podía ser para muchas personas un riesgo, por las supuestas relaciones de poder que esas etiquetan implican; sin embargo, después de estos años sigo confirmando que con generosidad y diálogo, la colaboración real es posible.
We all have a perspective created by our social group, identity, profile, who we are—that is in us, and it’s important to be aware of it, because we work from there. But I think it is even more important to work to understand and listen. That allows us to understand not only what you want or what I want but what we want together for the project. For me that’s what has allowed all those labels we have not to determine everything. Because there was a more important objective, a direction we wanted to go regardless of those labels. I think we are in a moment where the idea of a “social” label of who you are generates a lot of prejudices. For many people a label defines the power of a group. But I think that the theatre especially should be the space where those labels do not fit. We work with human stories, we try to connect in human terms. Regardless of where you are from or what group you belong to, I am interested in working with you. I believe that in the rehearsal room, and in creative conversations that happen there, you can’t build a good atmosphere to work if you start from labels and the power relations they supposedly imply. In that sense, I think there were many labels at play in our collaboration: woman/man, American/Mexican, border/non-border, etc. Politically, that could be a risk for many people because of the supposed power relations that these labels imply. However, after all of these years, I am confident that with generosity and open conversation, real collaboration is possible.
Jessica: I completely agree. I feel like there’s a huge element of trust involved. In a funny way—it’s hard to find anything good to say about the pandemic—but it slowed down our process in a good way. We spent so much time talking—hours every week for months—to keep the thing alive. It allowed us to develop a level of trust with each other. It’s not like we wanted to do the exact same thing. But the distance between what I want to do and what you want to do is an opportunity for me to learn from you. Which is amazing.
Estoy totalmente de acuerdo. Siento que hay un gran elemento de confianza involucrado. Curiosamente, la pandemia—y es difícil encontrar algo bueno qué decir sobre el tema—ralentizó nuestro proceso para bien. Pasamos tanto tiempo hablando—horas cada semana durante meses—para mantener vivo el proyecto. Nos permitió desarrollar un nivel de confianza entre nosotros. Y no es como si quisiéramos hacer exactamente lo mismo, pero la distancia entre lo que yo quiero hacer y lo que tú quieres hacer es una oportunidad para que yo aprenda de ti. Lo cual es increíble.
Ramón: Y esas conversaciones, durante pandemia, nos permitieron entender dos cosas muy importantes para The Frontera Project, primero, qué tipo de experiencia queríamos construir de acuerdo al mundo que estábamos viviendo, durante y pospandemia; y segundo, redescubrir que las historias humanas detrás de la frontera eran más importantes, sobre todo en ese momento donde nos veíamos con esa fragilidad como seres humanos. Esto me reconfirmó por qué el teatro debe seguir siendo un espacio para hablar de las historias humanas, y por qué era tan importante la perspectiva artística, porque sí es importante la historia y la quiero compartir, pero ¿cómo? Ahí es donde los lenguaje artísticos son igual de importantes, por eso también fue un tema que discutimos muchas horas.
And those conversations during the pandemic allowed us to understand two very important things for The Frontera Project. First, that we wanted to make an experience that responded to the world we were living in, both during and after the pandemic. And second, that the human stories behind the border were most important. It was especially true in that moment, when we were so aware of our fragility as human beings. This confirmed for me that theatre should be a space to explore human stories, and that an artistic perspective is so important. It’s important to tell stories, but how? That’s why it was so important that we talked about our artistic vocabulary for hours.
Jessica: That first workshop we did after everyone was vaccinated, and I came back to Tijuana—we accomplished an incredible amount in a week because we had all those hours and hours of talking during the pandemic. Plus we had made the Zoom edition, so we had a frame of reference for what we wanted to do. But I don’t know if I’ve ever been as productive in a single week in my whole life as I was during that workshop.
Ese primer workshop lo hicimos después de que todos fuimos vacunados, y regresé a Tijuana. Logramos tanto en una semana porque tuvimos todas esas horas y horas de conversación durante la pandemia. Además, habíamos hecho la Edición Zoom, así que teníamos un marco de referencia para lo que queríamos hacer. No sé si alguna vez en mi vida fui tan productiva en una sola semana como lo fui durante ese workshop.
Ramón: Además previo a esa semana, las experiencias artísticas y de conversación que hicimos con público en Zoom fueron sumamente importantes; ahí se creó material artístico y además fue la primera vez que interactuamos con público de Estados Unidos y, de hecho, eso nos permitió decidir que una parte de la experiencia podía ser en español.
Also prior to that week, the artistic experience and conversations we did with the audience on Zoom was extremely important. We created artistic material there, and it was also the first time we interacted with audiences in the United States. Actually, that was what allowed us to decide that a part of the experience could be in Spanish.
Jessica: I remember so vividly in every breakout room that I moderated, I made sure to ask people, “What was it like for you to hear this much Spanish? Was it hard for you?” And I was fully expecting a lot of people to push back—“I got bored. I got mad when I didn’t understand.” Nobody said that. Everybody said they were happy to hear that much Spanish. It gave me confidence about what it would mean to have so much Spanish in the show. That if people feel taken care of, they will be open to it, they will come with us.
Recuerdo tan vívidamente que en cada sala que moderé me aseguré de preguntarle a la gente: “¿Cómo fue para ti escuchar tanto español? ¿Fue difícil para ti?” Y esperaba que mucha gente me reclamara, “Me aburrí. Me enojé cuando no entendí”. Nadie dijo eso. Todos dijeron que estaban contentos de escuchar tanto español. Eso me dio confianza en lo que significaría tener tanto español en la obra. Que si las personas se sienten atendidas, estarán abiertas a ello, vendrán con nosotros.
Ramón: Y creo que esa revelación dio como resultado que el espectáculo esté en un 30% en español, lo cual nos permite cuidar a nuestro espectador que no lo habla, para que pueda seguir el ritmo de la experiencia, pero también al público anglohablante, le invitamos a disfrutar de otro lenguaje más allá del inglés, que de alguna manera es como idioma universal para muchas actividades.
And I think that discovery resulted in the show being 30 percent in Spanish. It allows us to take care of anyone who does not speak it—they can follow what’s happening. But also, particularly with the English-speaking audience, we invite them to enjoy another language when they might be used to English as a universal language most of the time.
Jessica: Right, and you don’t have to be scared of it. We want to invite people into the possibility of understanding or being open to a language they might not speak.
Correcto, y no le tienes que tener miedo. Queremos invitar a las personas a la posibilidad de comprender o estar abiertos a un idioma que quizás no hablen.
Ramón: Eso estuvo presente desde el inicio en el workshop de 2019 donde acordamos que cada integrante hablara el idioma con el que se sintiera más cómodo. Eso fue un punto de partida que se siguió durante todo el proceso e incluso hasta esta conversación, tener la posibilidad de expresarnos en nuestro propio idioma, pero también tener la generosidad de escuchar el otro. Y eso es un gesto que, en un mundo globalizado como el que vivimos, suma al respeto hacia la diversidad lingüística.
That was with us from the first workshop in 2019. We had 12 people in the rehearsal room, and we told them they should speak the language that felt most comfortable. I think that was the starting point—our whole process, and even this conversation is a result of that: having the opportunity to express ourselves in our own language, but also the generosity to try to listen to someone else speaking another language. In a globalized world, that’s a real gesture of respect for linguistic diversity.
Jessica: I think this is so fundamental to what we’re doing. In the beginning. I don’t know that any of us really understood the road that decision was going to take us on. My Spanish has become much better because I spend a huge amount of time in rooms with everyone speaking Spanish. But I have to work at it. And I think that we have created a culture—there’s a quality of attention from all of us in the room that feels really rare. We are all listening really carefully to each other all of the time, we are all leaning forward into that. Because if you aren’t really paying attention, you might miss something important. For myself, certainly during the workshops, by the end of the day I was so exhausted. The amount of energy and focus it took to really follow what was happening was enormous. But the payoff to it was just incredible. And now I don’t even think about it. You and I are having this conversation. I’m speaking entirely in English and you’re speaking entirely in Spanish and I don’t even notice it anymore.
Creo que esto es tan fundamental para lo que estamos haciendo. No sé si alguno de nosotros comprendió realmente el camino por el que esa decisión que nos iba a llevar. Mi español se ha vuelto mucho mejor porque paso una gran cantidad de tiempo en salones donde todos hablando español. Pero tengo que trabajar en ello. Y creo que hemos creado una cultura: hay una calidad de atención de todos nosotros en la sala que se siente realmente particular. Todos nos escuchamos con mucha atención el uno al otro todo el tiempo, todos nos inclinamos a ello. Porque si realmente no estás prestando atención, es posible que te pierdas algo importante. Para mí, ciertamente durante los workshops, al final del día estaba tan agotada. La cantidad de energía y concentración que se necesitó para seguir realmente lo que estaba sucediendo fue enorme. Pero la recompensa fue simplemente increíble. Y ahora, ni siquiera pienso en eso. Tú y yo estamos teniendo esta conversación. Estoy hablando completamente en inglés y tú estás hablando completamente en español y ya ni siquiera lo noto.
Ramón: Siempre he creído que la atención es el mejor regalo de todos en un proceso, pero en este, desde el inicio no quería perder detalle, tanto en nuestras conversaciones como con el elenco, y eso generó, particularmente en mí y en ti considerar ese “extra” de atención, no sólo en las palabras, sino en lo que había detrás, más allá de pensar solo en una traducción, buscaba ser una experiencia de comprensión más plena. Así que este laboratorio del lenguaje que hicimos fue muy revelador.
I have always believed that attention is the best gift you can give to everyone in the process of creation. In this process, from the beginning, I didn’t want to miss anything or lose any details, both in our conversations and with the cast. Especially for you and me, that created that “extra” attention, not just to the words, but also what was behind them. I wasn’t only thinking about a translation. I was looking for a fuller understanding. This language lab we made was incredibly eye-opening.
Jessica: One of the things that I value most about this whole experience is that, as an artist, I feel like it has sharpened my attention in a way that feels really rare and special. It’s really an amazing thing.
Una de las cosas que más valoro de toda esta experiencia es que, como artista, siento que mi atención se ha agudizado de una manera que se siente realmente particular y especial. Es realmente algo increíble.
Ramón: Ha sido una gran experiencia construir en conjunto The Frontera Project, porque pienso que así como es importante quién cuenta las historias, también lo es reconocer que el diálogo se construye de voces diversas, desde los contrastes, desde la diferencia, para abrazar esa complejidad que enriquece. Además cuando hay un verdadero diálogo, sin jerarquías, genuino, se puede construir desde ahí y eso es muy poderoso.
It has been a great experience to make The Frontera Project together. I think that it’s important who tells stories, but it’s also important to recognize that dialogue is constructed from diverse voices, from difference and contrast. When we embrace that complexity, it enriches us. When there is a real dialogue without hierarchies, it can build a place that is very powerful.
Jessica: One of the things that we have been able to embody is that you can acknowledge difference without it being something that forces a separation. There’s the line in the show, “I believe that you can find at least one thing in common with any other human being on Earth.” Much to my great sadness, a lot of the way we are asked to think about ourselves in the world right now is about the limits of our ability to understand. I think that the story that we are telling in The Frontera Project is more hopeful—about opening up the possibility for both respecting the differences, but also being able to understand across those differences. I think we all really need examples of that. We’re in trouble in the world, and if we don’t figure out how to work together, the trouble is just going to get worse. I think that we have, in our own little way, created something to inspire people that connection might be possible and that understanding might be possible. I’m incredibly proud of that.
Una de las cosas que hemos podido encarnar es que puedes reconocer la diferencia sin que sea algo que obligue una separación. Hay una línea en la obra: “Creo que puedes encontrar al menos una cosa en común con cualquier otro ser humano en la Tierra.” Para mi gran tristeza, gran parte de la forma en que se nos pide que pensemos sobre nosotros mismos en el mundo en este momento es sobre los límites de nuestra capacidad de entender. Creo que la historia que contamos en The Frontera Project es más esperanzadora, sobre la apertura de la posibilidad de respetar las diferencias, pero también de poder entender a través de esas diferencias. Creo que todos necesitamos ejemplos de ello. Estamos en problemas en el mundo, y si no descubrimos cómo trabajar juntos, el problema va a empeorar. Creo que, a nuestra manera, hemos creado algo para inspirar a la gente a creer que la conexión es posible y que la comprensión es posible. Estoy increíblemente orgullosa de eso.
Ramón: Sí, coincido completamente, creo que es nuestra manera de generar esa posible esperanza, de cambiar eso, de contar nuestras historias pero también de escuchar a los otros, algo que sucede en varios momentos de la experiencia en The Frontera Project, con una escucha activa de ambas partes (actores/público) que construyen un convivio sin relación de poder, solo escuchándose y compartiendo.
Yes, I completely agree. I think it’s our way of generating hope, of creating change. We tell our stories, but we also listen to others—something that happens at various moments in The Frontera Project, with active listening on both sides (actors/audience). It builds a connection that isn’t about power, just listening and sharing.
Jessica: And we don’t have all the answers. We’re just part of the conversation.
Y no tenemos todas las respuestas. Solo somos parte de la conversación.
Ramón: Una conversación continua que sigue y sigue…
A continuous conversation that goes on and on…
The Frontera Project company includes Lou Best, Cristóbal Dearie, Jesús Quintero, Jassiel Santillan, and Valeria Vega-Kuri, with text by Bárbara Perrín Rivemar and the company.
The Frontera Project compañía está integrada por Lou Best, Cristóbal Dearie, Jesús Quintero, Jassiel Santillán y Valeria Vega-Kuri, con texto de Bárbara Perrín Rivemar y la compañía.